El Servicio Urgente de Atención a Personas sin Hogar (Suaph) del Ayuntamiento de Málaga emprende su misión de ayuda a las almas que deambulan sin rumbo por los rincones de la capital malagueña.

SOLIDARIDAD | Servicio Urgente de Atención a Personas sin Hogar

Calor de hogar a pie de calle

Miembros del Suaph atienden a una persona sin techo. | J. Domínguez

Miembros del Suaph atienden a una persona sin techo. | J. Domínguez

Cuando cae la noche y el silencio y el frío se apoderan de la ciudad, la unidad de calle del Servicio Urgente de Atención a Personas sin Hogar (Suaph) del Ayuntamiento de Málaga emprende su misión de ayuda a las almas que deambulan sin rumbo por los rincones de la capital malagueña. A las 22.30 horas, la furgoneta ya está preparada con los enseres necesarios para iniciar su ruta: varios termos de descafeinado con leche, Cola Cao, galletas, jerseys, pantalones, bufandas y mantas.

La primera parada: el puente de La Esperanza. Aprovisionado con dos colchones y varias sábanas, Sanda, checoslovaco, se resguardaba de la lluvia bajo la estructura de hierro donde hace algunas semanas decidió 'hospedarse'. «Me han robado el pasaporte y mi documentación», relata apesadumbrado. «Pásate por la oficina y te arreglamos los papeles para que puedas ir a ducharte y a comer al albergue municipal», le aconseja Paula de los Santos, trabajadora social.


Para muchos, los responsables del Suaph son guardianes nocturnos que tienden su mano y ofrecen calor humano y comprensión a aquellos que no tienen un techo donde cobijarse. Se estima que actualmente en torno a un centenar de personas duermen al raso cada noche.

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